lunes, 3 de marzo de 2014

How I Met Your Mother - "Sunrise"/"Rally"

Puede que la temporada esté teniendo más altibajos de los que nos podíamos esperar, pero todos coincidimos en algo, ¡disfrutamos como niños con ese "How Your Mother Met Me"! Puede que ello sea el culpable de las altas expectativas que pusimos para la vuelta del parón. ¿Consiguieron estar a la altura?



Tras enamorarme por quinta vez de The Mother al conocer sus aventuras en los últimos años, la llegada de "Sunrise" me sentó como una patada en mis partes la verdad. ¿Era necesario ver volar a Robin? ¿En serio? Si recordáis, tuvimos un episodio que terminaba con la canción "Shake it out" - Florence and The Machine - a la vez que las calles de Manhattan se llenaban de chicas con paraguas amarillos en alusión a "Ted, olvidate de Robin, hay muchos peces en el mar". Me gustó mucho esa forma de cerrar su ciclo, ambos se habían dicho las cosas a la cara y tomaron la decisión adecuada. 

Pues parece que los guionistas no se conformaron con aquello, no les parecería suficiente y nos han brindado otro momento Ted-Robin en el que vuelven a - al menos intentar - dejar las cosas claras. A pesar de todas mis quejas, cuando Robin y Ted se quedan a solas siempre nos dejan algún que otro diálogo para el recuerdo.

Es la noche previa a la boda. Sabemos que es el acontecimiento que pone fin a toda la historia. Y por momentos las fichas estaban bastante desordenadas como para empezar la partida. Lily y Marshall se enfrentan a la mayor pelea de su matrimonio, un Barney ebrio campa a sus anchas por Farhampton y Ted... bueno, Ted lleva perdido desde que aceptó ser el padrino de la chica de la cual lleva ocho años enamorado. Todos necesitan mirarse al espejo y aclarar sus problemas antes de que el amanecer se les eche encima.


Lily es muy impulsiva, quizás demasiado, pero en el fondo sabe que lo mejor para su familia es continuar en Nueva York. Barney, quizás el peor profesor de historia que pueda uno tener - ¡true story! -, pero muy entregado a sus alumnos, ¿cómo iba a dejar atrás todas sus experiencias? Nos deja con los mejores momentos del episodio al dejar su legado en manos de estos dos desconocidos. Y es que el Playbook no podía haber pasado a mejor vida, ese libro tenía que seguir en activo si o si. 

Y llegamos al arquitecto, puede que al perder el relicario nunca termine arruinando la boda, pero mientras todos han pasado página en "Sunrise", que no nos engañen, Ted no ha olvidado a Robin. Si no lo ha hecho en ocho años no creo que esta conversación vaya a cambiar mucho las cosas la verdad. En cambio, en pocas horas, una chica saldrá al escenario junto a su bajo, y ahí si, ahí es cuando Ted, después de ocho años podrá deshacerse de aquella trompa azul y dejar hueco para el paraguas amarillo.


Con "Rally" si he tenido la sensación de volver a los buenos años de How I Met. La trama es simple, a diez horas de la Boda nos encontramos con uno de los Barneys más ebrios de lo que llevamos de serie, y él es el único que conoce el ingrediente secreto del "Elixir reparador de resaca de Stinson", ¡cuánto pagaríamos por algo así!


Hemos tenido un episodio cargado de flashforwards bastante interesantes, y todos coincidían en lo mismo: nunca hagáis la promesa de no volver a beber tanto como aquella noche, tarde o temprano la incumplireis -me atrevería a decir más temprano que tarde-. Hemos podido saber que, muy a su pesar, Marshall terminará quedándose calvo a la vez que es seleccionado Juez de la Corte Suprema del Estado -aunque estamos contigo Marshall, mola más lo de ser el nuevo comisario de Gotham-. Y miedo me ha dado cuando Robin y Barney se despiertan por los llantos de un bebe, ¡ahí nos la han colado a todos pero bien! Pero por mucho que prefiramos los momentos cómicos a todos los demás, ¡que levante la mano quien no haya sonreido al ver a Luke y Penny corriendo a despertar a su madre!

La conclusión del episodio llega de la mano de un Barney más sentimentaloide de lo que nos tienen acostumbrados, y es que el ingrediente secreto de su elixir anti-resaca no es otro que el propio elixir. Siempre necesitó inventarse una de sus jugadas para enmascarar unas palabras de ánimo hacia sus amigos. Y ahora les toca el turno a ellos; tras caídas por escaleras, besos lésbicos, ahogadillas en agua helada e incluso amenazas hacia la integridad de su corbata, llegan a lo de siempre, a Barney Stinson hay que pagarle con su misma moneda. La mentira. Pero no una cualquiera...¡The Weekend at Barney´s! 

Hagamos una pausa al más estilo Marshmallow. Por los noventa llegó a España una película llamada "Este muerto está muy vivo", cuyo nombre original era "Weekend at Bernie´s", ya me iréis pillando. En aquella película dos trabajadores eran invitados a Long Island, concretamente a Hampton -¿alguien ha dicho Farhampton?- por el director de su empresa, y todo hubiera ido bien sino fuera por el detalle de que está muerto. No es la primera vez que Barney muestra interés por hacer esta "jugada", así que cumplen su deseo, bueno, al menos eso le hacen creer.


Y así nos quedamos ante las puertas de los últimos seis episodios de How I Met, no solo de la presente temporada, sino de su historia. No es la mejor temporada para terminar una serie que tan buenos recuerdos nos trae -ni Lost se salvó de aquello-, pero si algo hay que aplaudir de esta temporada son  los flashforward. Puede que no terminen de convencernos del todo con este año 2014, pero cada vez que saltan hacia adelante en el tiempo nos preparan para que llegado el 31 de marzo, sabiendo que los dejamos en buenas manos, sea un poquito más fácil decir adiós a los chicos del MacLaren´s.

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